These services track us everywhere, while claiming to give us a better “user experience”. But our behaviour is under constant surveillance. This information can be used to display targeted adverts, but the revelations of the Snowden case have also shown that Internet giants have been forced to communicate this data (sometimes extremely private: emails from Gmail, photos shared on Facebook, Skype conversations, smartphone locations, etc.) to government services. <strong>Under the pretense of fighting terrorism</strong>, states are able to gather much more intelligence than a "Big Brother" would ever have dreamed of.
Con la coartada de suministrar una «mejor experiencia de usuario», se espían permanentemente nuestros comportamientos en Internet. Estas informaciones pueden servir para enseñar publicidad dirigida, pero las revelaciones del caso Snowden también han demostrado que los gigantes de Internet estaban obligados a comunicar estos datos (a veces muy privados: intercambios de emails en Gmail, fotos intercambiadas en Facebook, conversaciones por Skype, geolocalización de teléfonos, etc.) a los servicios gubernamentales. <strong>Con el pretexto de la lucha contra el terrorismo</strong>, los estados son capaces de conseguir mucha más información de la que un «Big Brother» "Gran Hermano" hubiera soñado tener.